domingo, 19 de noviembre de 2017

PILUCA Y PRUDENCIO -35-

                                                                 

                                                            PILUCA
Ya encontrando esa luz, si tú supieras mi Amor que esa velita en la noche ha estado iluminando  tu mirada luciendo  en un rinconcito de mi corazón noche tras noches. ¿Y ahora qué?

Galas nos hemos puesto para correr el nuevo camino pero no sé si me atreva aún contigo, Prudencio, mira que las letras son muy “pillas” y  a veces conquistan  con una dulzura que engatusan  los pensamientos.

Sé que eres caballero de digna ilustración que por Amor aprendiste a ser poeta, a ser mano dulce suavizando la piel de un corazón, y sobre todo a sentir los sueños que llevan gratificación hacia el camino de cubrir la aventura del deseo, de ir  quitando, quizá, fantasmas que a veces acompañan en las noches zozobrosas.

Dejaremos cerrada la puerta del ayer, abriremos otra en un edificio nuevo dentro de tu vida y mi vida, una energía nueva será la oportunidad de nuestro tiempo presente,  abrazando la belleza que nos rodea el entendimiento, vamos a sentir el verbo presente del hoy.

                                                              PRUDENCIO
Como ventana abierta siempre al destino, quiero escribirte un mensaje poético  dentro de la prosa dibujando un ramo de rosas rojas, para que tú  escojas esos aromas que mi corazón envía con  talante de beldad y armonía,  como Venus de mis sueños llegados a la realidad vivida.

Nadie como tú me podrá comprender y darme la dicha que tengo de haberte encontrado en mi camino, en ser amado por tu mirada, por tu hermosura y    hasta por los besos de tu boca, que bien me ha constado conseguir alguno que otro a través de la poesía del alma.

Así, sea entendido, que el momento te solicite licencia, y de los sueños sea viva  presencia que ya el Amor nos permita los arrumacos, que esas nubes silenciosas, tengan voz y mérito de consolidar un Amor bien trabajado a puro de letras que día a día, su poética emoción ha consagrado.

No sé si en declarar este mí Amor, habré hecho   a tu sentir y  a tu hermosura algún desdén pues bien pudiera ser, locura mía y hasta desdoro, en pretender que de alguna forma seas mía.

Si alquimista fuera, mago sería para ofrecerme como el dios Apolo y ya en ti mi gozo fuera haciendo para mí, aún con mis defectos que limarlos pueda, para las virtudes de la vida tuya.

Y en ser ya que los tiernos besos que yo te dé apretando a mí pecho la mariposa de tu cintura, deleiten los momentos, que disfrutar puedas con mi locura envuelta en  las olas de mis abrazos para tus glorias.   

Bien sufrí por amar pero el Amor presente, cubre todo el horizonte de mi caminar, de mi sentir más profundo filtrando en mí tus rayos de sol, fuente de mi corazón anhelante.

Hágase pues el momento de ser felices en el remanso de paz que nos ofrece el mar en tiempos de vacaciones y vayamos a darnos un baño en esas cálidas playas  del Caribe.

                                                                                               
                                                                                                      Mª Pilar Novales


 Final de la primera parte

                                                                                                     



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