sábado, 18 de noviembre de 2017

PILUCA Y PRUDENCIO -33-

PILUCA
¿Qué son las almas y yo me pregunto sino un vuelo de la razón para llegar de inmediato al lugar, o al ser amado que bien espera con acierto y diligencia?

¿Qué son las noches de soledad contando las estrellas al ritmo de las horas? ¿Qué son las almas disolviendo tristezas al acercar distancias, dilatando el corazón, fluyendo las venas, curando heridas, dando besos en aromáticas mejillas?

Fragancias del alma que en un suspiro componéis los versos de amores de primavera con estilo y prosa elegancia  garbosa.

Y al gesto de la voz forma Eolo despegar en ese magnífico vuelo con cientos de flores formando aromas y seducciones…

Al encuentro va y  armoniza con su baile pintoresco el corazón dejando cuchichear las hojas de aquellos árboles de impacto y diversión.

Y las flores perfumadas que han alineado el camino entre el colorear de  mariposas con abrazos y ternuras pomposas.

Divinas aquellas almas que han permitido sonreír con sus requiebros gozosos,  carismáticos y entendedoras de lo que es la palabra del cariño, del sentir en agudeza primorosa y aunque no en mucha rima por ser algunas veces fría y rebuscada, bien acertemos en seguir nuestra poesía en prosa, que con rima o sin rima, engalana momentos al hecho de nuestro sentir.

Razón tienes Prudencio que en la vida va siendo el hoy, el tiempo vivido ya quedó grabado en las piedras del pasado y el presente nos permite volver a crear nuestra nueva existencia con las experiencias pasadas y la
oportunidad del presente al futuro arrimo de volver a confeccionar el nuevo destino que nos ofrece la Divina Esencia del Creador.

PRUDENCIO
No sabes Piluca el pulso que tomaría la conciencia de mi espíritu y la huella que en mí haría esa transparencia tuya en vivir un sentir idílico presintiendo ser apacible y sosegado, tierno con tu mirada celeste donde esos ojos tuyos van formados con una olita de mar y un trocito de cielo. Sea,

Vuelo de mariposas en  un jardín encantado con un amor en silencio que  en observar reposa. Ese monte, río, mar quiero que se acerque a mí.
    
¿Dónde estaba  tu alma de musa que  perfumaba el lugar  como una rosa y descansa sin yo verla,  como  una suave mariposa?

Y de mis ojos caen lágrimas de Amor sincero,  Amor y lágrimas en la espera…

Que se rompan mis sueños, no quiero verlos, solo en este ser que ya siento ser, vivirlos y volar por el  cielo como dos gaviotas en celo.

Y nos damos el primer beso sintiendo la dicha de mi corazón preso,
entregándote mi alma solo con un beso.


Qué destrono al despertar, fue tan solo un sueño sin encontrar la caricia permanente que me dio  tanta veneración,  acaso la realidad no pueda superar la grandeza del sueño de amar.


Que se rompan mis sueños, no quiero verlos, solo en este ser que ya siento ser, vivirlos y volar por el cielo como dos gaviotas en celo.

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