viernes, 17 de noviembre de 2017

PILUCA Y PRUDENCIO -31-

                             
                                                                         PILUCA
Si tú supieras mi vida,  si tú supieras mi Amor que esas  velitas encendidas en la noche iluminan nuestra  mirada luciendo como el sol en un rinconcito de mi corazón.

Y en saber que no hay fronteras para  poder  encontrar  el aroma  de   una flor, buscaremos  dignamente la espera  de la estrella con su luz y esa soberana flor halle su frescor tendida en el lecho del río rendida al en la verdad del Amor.

En sentir, bien anda en su ternura vibrando su emoción, pudorosa ella a la espera de esa luz que encendió las velas de  poderoso  encuentro de un digno corazón.

Y en dudar, nunca sería sentir lo que tu corazón defiende poniendo como insignia al valor, peregrino sentir de tu desvelo.

                                                                       PRUDENCIO
Hierba de mis anhelos, acógeme en vuestro  regazo, envolvedme   en vuestra franqueza y fresca ternura.

Quiero que mis ojos sean de luz palpitante, que den aliento que a mi ser querido en puro gozo, pues oro de dorados rizos  llenos de ardores, de sol creciente delatando mi corazón en silencio van sus primores.

Que no debilite el concebir al encuentro de sentir cerca al ser amado.
¡Oh premio  venturoso  de la  inquietud de  caricias  de  la  voluntad  de  un querer deleitando el crecer de sabores en el silencio de mi soledad!

Morir sería mí ser en no tener correspondencia de esos  los  amores  que  son en la reflexión de mi  conciencia al surgir el aura, soplo de brisa con mirada de mariposa.

Y en esa  copa  de  vino  de día  de  fiesta,  surja  el resplandor  de  alegría,  postrera sombra mí  alma tuviera, en ser polvo, que tan solo sea el cuerpo, nunca el espíritu  será,  pues  hasta  en  el  cielo  a  ti  quererte, y nunca ni allí perderte.

Fuera del mundo, sea la gloria del infinito tiempo de la mano tuya para nunca dejar de quererte.


                                                                                               Pilar Novales

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