No
creas Prudencio que por más correr vamos a llegar antes, hemos de preparar el
equipaje aunque ligero y bien es pensar cómo será el organizarnos pues bien
somos, a la par, “dos en uno”.
También
tengo ilusión de esos baños en las playas del Caribe, más, en mi recato, nunca
pude pensar ir con un hombre sin “bautizar” nuestros momentos de enamorados aún
con esos tus miles de besos que van en mi mente prendidos siendo entre tú y yo recibidos.
Pues
bien es dicha saber que mi querer te entrego como generosa alegoría, emblema y
signo, más en generoso acento, esa melodía al sentir la suavidad de tus manos como relajada harmonía.
Bien
sabes que en el jardín de los amores, comedimiento debe haber aunque a deshojar la rosa limpia y perfumada, se encamina mi ser a tu
querer en el momento preciso que pueda en
ternura ser.
A
buen recaudo guardé los suspiros con buen lenguaje de caricias, de suave dulzor
bañando la luna el aposento de nuestra más tierna locura, y así sea la
presencia, la armonía que requiere el firme
Amor tuyo y mío.
La
tierna candidez del momento y a bien florecer sobre la suave ternura del cariño,
que en tal momento candoroso, me estás deleitando y a ti Amor, a tu abrazo me ciño,
acaso por ver dentro de ti un cuco guiño.
PRUDENCIO
Pongo
mis besos en tus inmaculados labios para caminar juntos, siempre a tu lado. Aún
escucho tu palabra muda al acariciar tus labios ofreciéndote reposar entre mis brazos como si
del cielo fueran nuestros
dignos abrazos.
dignos abrazos.
¿Dónde
está ahora tu mente perla dorada de los mares, coral del sol creciente que
iluminas mi vida y todas mis ilusiones y
anhelos?
¿Dónde
estás paloma del alma mía que sin luz me dejas sin la luz de tu mirada y no te
encuentro entre tanto paisaje que me
ofrecen los sueños pasados a la realidad?
Busco
el agua fresca del manantial de tu rosa de la inmaculada primavera de la noche.
Dime,
¿quién escondía tu risa y tus ganas de vivir apagando la suerte de tenerte
junto a mí si al despertar no te podía sentir?
He
andado desplazado de la vida sin poderte encontrar aun estando juntos he deambulando si después del sueño no te
podía hallar.
Tú
que has cubierto mi desdicha, por ser un ángel de Amor, y tan solo el sueño me
ascendía a ser feliz.
Ay,
Piluca, sin permitirme ver la realidad
de mí ser hasta este momento junto al mar. Rosa de alegría, aroma de mi Amor,
perfume de sabiduría buscando tu perfumada caricia.
¡Oh,
bella mujer, no te vayas como aquel Amor, no me dejes en el jardín del sueño, en las ilusiones, en la ternura de mi corazón
silencioso y soñador que el sueño, hoy sea para siempre realidad!
Vive
Amor, toma el camino corto, permíteme
libertad conquistarte, ser tuyo, solo
tuyo para amarte.
Porque
dime: ¿qué es el Amor sino sentirse cercano, unida el alma que sin querer, se
ama sin saber por qué?
No
sabes mi cielo lo fatigado que anda mi ser en tanto tiempo de espera y tú en el
vago silencio de las melodías de tu voz, de tus letras que ya buscan dejar razón
a mi corazón.
Más
tú, mi querido ser, eres la sanadora, estás dentro de la cura de este Amor como
si tu alma en mí renaciera.
Cada
noche te rozo, acaricio con mimo tus suaves manos de lirio y seda,
te
beso con respeto en la frente buscando tímido tus labios.
¡Cómo
muerde la vida del Amor haciéndose dueño del dolor, quitando dulzuras, dejando
sin nombre los días, los meses y los años en el secreto
del
ocaso de la existencia humana!
En
ser ya realidad, tú y yo nos encontramos en un presente recién estrenados
a un viaje de placer, a consolidar con la luna
nuestro sentir de Amor.
¿Qué
dices mi ser querido si en un hotel de
cinco estrellas y con guante blanco cada servidor, nos ofrece crear los sueños
en la realidad con luz de estrellas y llenas un par de rosas con todo el aroma de nuestro Amor?
Pilar Novales
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