PILUCA Y PRUDENCIO -15-

PILUCA

Buscando la luz de plata  que va brindando la luna,

van mis alas al sentir de paloma sumisa con aromas y matices,

con las flores de azahar del tisú de mi  cuna.

Así,  en volar mis sueños al hálito de la bóveda celeste,

en un rosal de palabras se va avivando la llama de Amar…

Rosa y azul es el Amor, una paloma su alma,
y es alegría el Amor y nunca el sufrir
deja de ser Amor en el interior del ser.

Sé que aun  estando cerca  hay distancia

y ha de volar el pensamiento y aún sin prisa,

callada la voz de tu mirada,

va avanzando sobre la brisa.

Céfiro, aliado del Amor, será testigo de la rosa,

rosa de nuestro corazón, de ese sentir de armonía

avanzando sobre nuestra edad lisonjera y primorosa.

Escuchemos el latir del corazón cuando reposa
en el  otoño del tiempo
que tan solo su vuelo tenga alas de mariposa
sino los poros de nuestra piel que suspira.

PRUDENCIO

Suelo mirar las estrellas en las noches despejadas,

y en soñar,
en el sueño encontré una estrella enamorada,

 en  la realidad del sueño, mi sueño quise compartir.

¡Oh sueño con su estrella dando luz a mi alma solitaria!

Y sin esperar nada a cambio, en admirar el brillo de la estrella,
bien puedo pensar…

Que esa mariposa tiene pequeñas alas y sabrá

en mi atino esperar,

esperar con un poquito de luz de ella así que bien será

usar mis alas de niño, que como ángel de ternura

bien puede mi sueño volar.

¡Oh cielo, qué poder otorgas a los infantiles sueños buscando,

que en el juego de la vida  se haga realidad el sueño!

                                                                 María Pilar Novales

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