viernes, 24 de noviembre de 2017

PILUCA Y PRUDENCIO -38-

  
PILUCA
Bien hay momentos que al unísono también escucho ese tiempo de tu soledad, y en sentirte bien, aquí estoy contigo dónde  el liberado rocío del tiempo higieniza lloros y penas quedando libre el eco del pasado hacia la realidad del momento.

Haces bien en sentirte orgulloso de sentir Amor, bien te puedo confesar fiel amigo, que la vida va siendo un regalo para mí, el encuentro contigo también me hace sentir feliz.

Y qué mejor que tomar tu sentir y sentirme en ti que  bien harás en buscar en mí otro empeño, aún en  no sustituir, ni un pétalo de  tu enamorada flor.

Yo siempre quise encontrar un ser como tú, con un espíritu digno de inmaculado matiz,  a poder ser… un poquito mejor que yo.

Y en tratarse de regalos, regalo sea para los dos esa gracia, ese don o dádiva de caminar con garbo y gallardía en seguir peinando las letras con desenfado y alegría.

Seguro, Prudencio, nuestras huellas quedarán en esos caminos que van a ir formando nuestras ilusiones, entre ánimos y escritas  letras que aún seguiremos ilustrando nuestro libro con ánimo de nuestras vidas.

No creas Prudencio que yo contigo también estoy curando mi herida del tiempo juvenil vivido, aquel tiempo que nunca te confesé.

Un Amor tuve en mi tiempo que no consideré contarte hasta tú tener de ti la cura y seguridad, pues al tiempo has podido mi dolor curar.

Me enamoré de un primo mío por parte paterna. Era un puro sentimiento que llegó a ser platónico sin ninguna duda. Era hermoso, un ser angelical de plácida sonrisa. Cuando tocado el momento quisimos hacernos dueños de nuestro querer por nosotros donado…

La madre de aquel mi ser tan querido, un día tomando café en su casa, nos reveló que aquella seriedad de nuestros sentimientos era imposible. Aquel hijo no era mi primo hermano sino mi propio hermano de padre. 

El golpe fue fuerte, por eso mi ser querido, como ya puedo llamarte hoy a ti, causa fue en no  haber deseado correr.

PRUDENCIO
Me quedo estupefacto, suspendida mi palabra, no tengo expresión para encontrar mil perdones, siempre pensé no preguntar al respeto de tú no comentar pero sobrepasas  el valor humano al sentir de fuerza  y emoción que has podido llevar dentro de tu corazón herido.

Y bien pregunto si tu corazón ya está curado cómo yo he de agradecer el valor que has tenido  en poner mi corazón y mi alma desprendidos  entre las constelaciones del querer.

No debe haber temor en sentir mi otoño, esos  castillos de la naturaleza viva  habrán de influir entusiasmo, esas huellas que debe desarrollar nuestra capacidad intelectual.

La belleza de pensar siempre lleva entendimientos, que a una filosofía práctica nos debemos arrimar, conseguir podremos esa gloria gratificante en crecer,  no ya nuestros cuerpos, sino nuestros espíritus jóvenes y soñar.

Dolor y ánimo me das Piluca en seguir tejiendo nuestros sueños olvidando dolencias de ayer dejando mi alma liberada con la savia de tus palabras para vivir hoy entre ese viento fresco del Caribe.

Deslumbra mis emociones la fuerza que tú me das, palabras que expresan ternura en poder protagonizar de un sueño vivido que  bien pueda en la vida en su atino disfrutar.

Y así es y será todos los años que nos queden por vivir nuestra vida. Más uno no puede pensar en otra mujer o en otro hombre  que en nuestro tiempo físico haya existido, sino ir dejando  los buenos recuerdos al sentir agradecido en la libertad de lo eterno.

Y a ti, sirena de los océanos del tiempo de las emociones, bien te quiero dedicar este  mi tiempo de ecos, entre sensación y honestidad para  nunca olvidar, que entre rumores del viento, en ti me he de apoyar.

Pues bien al azar pueden ser dos pájaros que con sus picos rozan la consonancia de unos labios que ya los puedo besar entre fulgores y caricias, arrumacos y dulzuras que el destino ya es en llegar.

Sea pues mi bienhechora, ahora soy yo quien va a tomarte por la cintura con ese calor humano atento y seductor, buscando nosotros nuestra ventura entre la dicha de amar como cisnes en su estanque de felicidad.

Y en esta leyenda se forme el  dulce Amor por lo que me he hecho poeta para ti con estos besos, que en ser suaves y dulces, los he de pasar en versos de los que me has enseñado a escribir.



                                                                                                        Pilar Novales

No hay comentarios:

Publicar un comentario