PILUCA Y PRUDENCIO -16-

PILUCA

¡Oh, tiempo entusiasta, si de luz de estelas fueran mis alas de niña,  

querer quisiera en ser osada o intrépida, convirtiendo mi deseo
en sugerente aliento, en rima o en poesía…

Y si un   poco, de ese brillo de estela tener pudiera,

feliz sería hasta el último hálito de ese poder de los sueños
que  en sumar los afanes,

salir de este mundo de locura contigo fuera.
    

Así, una rosa yo te ofrezco con ánimo de color
ya que no deja de ser el rojo una  fuerza para el  Amor.

¡Amor, Amor dónde se encuentra sino es en un espíritu puro

con la caricia de un sentimiento de valor!

PRUDENCIO
      En el eclipse lunar que miré la otra noche, tu faz quise buscar

en alguna constelación; te busqué con el corazón

sin  encontrar tu linda imagen;

te  busqué  en algún poema de mi ensoñación;

te  busqué  en una canción; te evoqué en cada estrella

al encuentro de una preciosa guerrera, pues  bien en mi alma

anidaba  esa ilusión de unir a ti mi vida entera.

¿Dónde estabas luz de mis anhelos?

¿Dónde tu luz que no encontraba?

                                                                             María Pilar Novales

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