PILUCA
Bien vamos viendo que el Amor es más fuerte
que la razón
y en la hermosura del alma no tiene
comparación.
Nos mandan al mundo sin saber qué
asignaturas
de la vida hemos de aprender, cosa ausente desde que nacemos,
desde la mano de la inocencia, hasta la
madurez,
nacer, aprender y morir.
nacer, aprender y morir.
Más el avanzar no solo es en aprender
del camino que elegimos o nos toca vivir,
sino saber disfrutar y entender
esa ética, conducta de la vida
que hace más hace más alegre y feliz nuestro ser.
del camino que elegimos o nos toca vivir,
sino saber disfrutar y entender
esa ética, conducta de la vida
que hace más hace más alegre y feliz nuestro ser.
Sé que entre muselinas está la lira de
Apolo,
ese dios griego, olímpico dios de las
divinas distancias
que protegía desde las alturas,
con la luz de la verdad hasta nosotros
con tiento, poderla encontrar.
Pues bien fue patrón de la música, de las
bellas artes,
fuente de inspiración para artistas y
citaristas, ya que la cítara
fue instrumento de cuerda, y un trovador
como tú,
bien puede encender la llama al canto de su guitarra.
Y en admirar, yo admirar puedo esa finura
del arte,
esa agilidad de tus manos para sus trastes
como
la imaginación del valor
de ese talento tuyo que entre letra y letra
anda sin duda para un Amor seducir seducir.
PRUDENCIO
Bien podría ser que en hacerme poeta por
ti,
cómo no voy a ir en busca de la cítara
y hasta del mismo Apolo si a ti complacer
pudiera
y
bajo tu balcón, y la atenta mirada de la
luna,
trovador hacerme
quisiera.
Y
tú, mi estimada Piluca, me estés
esperando
como todas las noches, ahí donde se une el
cielo y el mar,
porque tu Amor y mi Amor
es limpio,
todo un valor espiritual que nos atrae y nos une.
¡Oh Amor, te amo y te doy, mi cariñoso
aprecio,
mi abnegada bendición!
Entre el azahar con la luz de la Luna, busco una estrella
con aromas
que dé luz a mi soledad, soledad inquieta de deseos…
Y en lucir mis sentimientos, una vela entusiasta encender
pretendo,
y volar con aromas de una flor, con alas de mariposa,
con aires de cantar al encuentro de un alma digna
que pueda mecer mi sueño y la pueda enamorar.
¡Oh luz de la vida, velas que podéis lucir y engalanar mis sueños
en el secreto que
ciñe el aire bajo el río dulce
con la túnica invisible de inocencia.
Cúbreme como un hada misteriosa todo mi ser
quitando el
amargor de la vida,
que pueda secar mis lágrimas al encuentro del querer.
Sé sustento para curar aún el sentir pasado de mi ser,
no seas solo lisonjera mi niña bonita,
hazme presto en contento para mi vida embellecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario