En el laberinto de la
existencia humana quisiera encontrar una palabra entusiasta con valor de
amanecer para alguna juventud carente de valores, emociones y sueños.
Una palabra donde meditar
el camino de la Fe, que en el saber de la existencia de la energía de la Luz permanente, consagrara para iluminar sus destinos.
Que en la ceguera del
vicio, de ese pozo negro de tomar sustancias dañinas que acarrean al deshonor y
a la indignidad humana hacia la propia indigencia del ser, floreciera en sus
miradas la sonrisa de las auroras.
En el laberinto de la
existencia humana quisiera encontrar una palabra entusiasta que ofreciera mil
talentos.
Pero uno, tan solo uno en
su encuentro, diera la Luz permanente para cambiar sus caminos carentes de la
Verdad Divina hacia lo Eterno y que el fraternal encuentro tuviera carisma de
entendimiento y voluntad hacia su propia dignidad humana.
Que entre atisbos de
prosperidad humana coherente entre el Cariño y el Amor fraterno, fuera voluntad
del propio ser.
En ir hacia la propia
transparencia humana entre la comprensión y la propia evolución, fueran almas inquietas al hecho de comportamientos
siendo atino hacia la propia coherencia de sus
grados evolutivos.
Yo quisiera poner, en la
magnífica y querida juventud y sobre sus anhelantes labios, una palabra poética
con el dulzor de hacerles diferentes, de consagrar su YO a esferas afines de gratuidad.
Mª Pilar Novales
