PERO DIOS ES INFINITO

Inquieta soledad

que haces rencorosa la tarde
con el viento que azota los cristales
en el tiempo impasible y frío.

Inquieta soledad
del tiempo frío de invierno

que  desnudando  los árboles
caen sus hojas rotas, suspirando
ateridas del tiempo flemático e indiferente.

De acuarela se pintan los montes
cayendo  la blanca nieve

del  cielo grisáceo y opaco.

Pero Dios es infinito
que da a los corazones

fiel hálito,
para  unir  con  Amor
el  calor humano.

                                             Mª Pilar Novales