jueves, 4 de diciembre de 2014

RELATO AL INSIGNE ANTONIO MACHADO

Le gustaba hacerse su propio retrato que con sencillez y naturalidad siempre vestía, y bien acentuando, su propia personalidad. Normalmente con traje oscuro, a veces algo arrugado, chaqueta cruzada prestando bolsillos bien abultados por causa de papelotes donde él siempre apuntaba.

Llevaba corbata larga bien anudada al uso de su camisa blanca, que siempre precisa, sus puños asomaban a la par que se  presenciaban los de su camiseta “inglesa”. Un  fuerte abrigo  y un sombrero eran el complemento de su atuendo cubriéndose así del crudo invierno sintiéndose de su época cómodo y en su estima elegante.

Los estudios no fueron al sentir de su palpitar, más, en ser lúcida y enriquecedora sí que fue de buen grado su inteligencia siendo líder en literatura atinando sus nostalgias y vivencias en la más sutil Poesía siendo lírico de sus experiencias.

En una mesa camilla afianzaba su reflexiva escritura a tono de una habitación sencilla. Siempre su inspirada memoria era confianza alentadora y un montón de libros acentuaban su alegría siendo a su sentir inseparables haciéndose entre la humildad compañía como halago de “amistades”.

De una jovencita se enamoró su madurez siendo Amor verdadero que nunca volvió a tener por su fiel y angelical ternez. Sin presentarse ni decir adiós pronto a la joven la muerte se la llevó sin darle una explicación. Le cortaron los hilos del amor quedando viudo en absoluta desolación.

En la tumba de su Amada volvió a sellar el Amor que en vida le otorgó con la más abnegada devoción, a la espera sin duda, de poderse reunir con ella en el ascenso al Cielo donde Dios les volvería a bendecir.

Entre familiares y amigos, su magnífica pluma le alentó siendo siempre preciso el Cariño que su familia aportó, ya que él en humildad y benevolencia, mitigando su sufrimiento siempre se mostró.

Anduvo buscando una sociedad justa, en respeto, cultura y formación al atino de crecer mentes y almas con su más sincera reflexión.

Pese a sus vicisitudes y dolencias, siempre su ánimo tuvo inspiración y en llenar sus emociones poéticas de una musa se enamoró llenando su Poesía de misterio y color con la más sensible metáfora pero nunca, nunca sustituyendo su primer Amor.

Aunque tuvo un hermano, poeta y amigo,  él se hizo cargo de su madre, y, aún enfermo  de dolencias, nunca abandonó a su querida madre, la llevo con él en un tren de tercera hacia el exilio en Francia dándole su Cariño hasta el último hálito de su existencia.  
                                                                                                                         Mª Pilar Novales

En la vida todo pasa y todo queda
pero no nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.
                                    (Antonio Machado)


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