Cuando
amanece la tengo en mi pensamiento
mis penas se van suavizando,
mis alegrías se hacen presentes
cuando en mí, como ser querido,
en mí corazón la advierto.
Un
sentimiento me brota que sin conocerla,
sin haberla visto físicamente,
su carisma va en mis cinco sentidos.
Eso es
¡AMISTAD! que mana del espíritu,
de esa energía que vuela poderosa.
¿Es
entusiasmo? ¿Curiosidad? ¿Conciencia?
Sinceras y
puras emociones
que la empatía en la distancia puede otorgar.
Puras emociones de Respeto y Cariño
que sin darnos cuenta afloran entre dulce ternura
de los
felices momentos de un sueño
aprendiendo de cada uno
las cosas importantes de la vida, sus sensaciones…
Abre su luz
al Cariño como una florecita silvestre
sin maldad ni avaricia al sentir de la tierna flor,
como el Sol entra en la Pureza de un
Manantial
de sus dulces aguas cristalinas.
Su claridad y su frescura, la transparencia de Paz…,
sentir de un puro sentimiento, AMISTAD
que declina mis problemas con atisbo generoso.
Yo, con
atención en la distancia, la escucho,
agradezco en mi corazón su interés,
su preocupación por mi propio Ser.
De los vericuetos de la vida, no me puedo quejar
pues ya esa amiga, en mí, va incluida
y nunca en el
tiempo de mi vida la podré olvidar.
¡Oh, AMISTAD QUERIDA!, que Dios siempre te bendiga
ya que a distancia, el Cielo Divino ha querido
encontrar el dulzor de un alma que quiere ser mi amiga.
FRANCISCO SIGNES
