Cada noche te
encuentro Estrella de Cuatro Puntas, se exalta mi espíritu cuando tú vas
buscando mi palabra.
Hoy te confieso que mi ego se resiente, ha querido
tener más de lo que poseo, ha surgido la tentación contra el tercer pecado capital, la AVARICIA.
En la referencia al exceso, en la codicia, en esa
inquietud de abundancia, de querer poseer riqueza, he experimentado cómo se sentirán
esos humanos tan solo queriendo más y más en su propio beneficio.
He sentido la ansiedad del poder, he perdido la
dulzura del alma, la humildad hacia los seres sin haberes, hacia los
necesitados de Amor, de Caricia, de la sensible delicadeza ausentándose la
propia dignidad humana.
Me he envuelto en la ingrata sociedad
responsable, en parte, ante el dolor y la necesidad, he entrado en la piel de
la AVARICIA.
¡Oh, Estrella de Cuatro puntas que alumbras mis
momentos de insomnio, no permitas nunca que vuelva a tener un mal sueño cuando tú te
ausentas y yo me duermo en la penumbra.
Yo solo quiero conservar el perfume de mi alma, seguir
altruista con el sentir humano y fraternal.
Mª Pilar Novales
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