El Amor tiene su sino siempre
con hermosura y anhelo
y
siempre en ser sincero
va resultando ameno.
La alegría del Alba
llega en primavera,
siempre le da paso
y
siempre que el ser humano
no desee dejarlo escaso,
más bien entre su lindeza
con
su finura y don preciso,
en abrigarlo será grandeza.
Y en saber que la felicidad
no es la que da el camino
sino
el camino la va encontrando
en atisbo generoso
a lo largo de su recorrido.
¡Ay, Amor de primavera
quién te pudiera conservar
en la
palma de la mano
y siempre con su flor primaveral!
Pilar Novales
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