Despertaron el sueño
que en dulce Caricia comencé a tener
en el claustro materno.
que en dulce Caricia comencé a tener
en el claustro materno.
En la soledad de mi silencio,
ahogado en sollozos,
ajaron mi cordón umbilical
que era vida del Dios Eterno
quedándome sin vida y sin aliento.
ahogado en sollozos,
ajaron mi cordón umbilical
que era vida del Dios Eterno
quedándome sin vida y sin aliento.
Con la sangrante herida,
sin mi barco ni alimento
ni los remos del Cariño
que un día me permitieran felizmente,
en el momento oportuno de nacer,
dar agradecido y risueño
un abrazo a mi madre.
sin mi barco ni alimento
ni los remos del Cariño
que un día me permitieran felizmente,
en el momento oportuno de nacer,
dar agradecido y risueño
un abrazo a mi madre.
Mª Pilar Novales
Ta ha quedado muy bien el poema, amiga. Qué gusto!
ResponderEliminarAbrazos