martes, 7 de noviembre de 2017

PILUCA Y PRUDENCIO -20-


PILUCA
Como quisiera ser amazona de plateada cabalgadura 
cabalgando al infinito de tu ser y  refugiarme en ti.

Con alas en  Rocinante, fiel caballo de don Quijote,
como quisiera ser  Musa de tus pensamientos…

Como quisiera, como quisiera ser una hormiguita 
para cosquillear en tu piel
acariciando tus pupilas en cualquier amanecer…

Y volar por esos mares de ensueño para hervir la sangre,
aún entre las hiperbólicas formas,
que el vuelo de nuestras alas nos pudiera permitir.

Extasiada la mirada renacer en una nueva tierra,
sin fronteras, entre el polvo de estrellas,
composición de nuestra riqueza  del bien hacer y vivir.

Y en ser una rosa, bien se han de  vendar sus espinas con cintas de seda 
para que no hieran dando sus pétalos suavidad y exquisita  ternura.

Feliz humildad de talentos donde huyan los lobos y se rindan al Amor,
 tú, Prudencio, eres hombre de pensamientos sanos
que suspiras entre Venus y Cupido
con sangre en las venas de un halo en tu querer infinito.

Ser de inmortales y lícitos sentimientos, un sueño para la vida
de esa aurora hechicera que sonríe cada amanecer.

PRUDENCIO
Sabes que tengo alegría cuando llega la noche serena
aunque estén las cortinas del cielo cubriendo la ventana de la luna.

Siempre está tu melodía presente, aguda la mirada cuando el corazón siente 
la energía del momento, porque el  corazón,
está dentro de la armonía del encuentro.

En buscar su reinado debe ir la Humanidad hacia la Luz de lo Eterno,
 ese Amor de lo creado,  que como ser  físico  se advierte
a través del propio Amor, ese sentimiento  humano
 removiendo  la tierra para sembrar la semilla
que fecunde el tiempo de Amor y Paz en este mundo perecedero.

Semilla de nuestra conciencia, mandos del corazón,
que sienten el palpitar de lo infinito en su presencia
en busca de nuestra existencia estar listos para el viaje,
para esa revelación de la divina potencia.

¡Potencia de Energía Divina que tú bien entiendes la razón!
¿Pero sabes Piluca  qué deseos ahora tengo yo?
Ni más ni menos que encontrarme contigo con un besico
en el lecho de las hojas que deleita el otoño,
donde reciclar como ellas la vida,
buscando las alegrías de no ser vacías nuestras letras.

                        Pilar Novales


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