Invitada mi razón y no en
vano, entusiasmado el corazón,
voy como una estrella polar navegando por el mundo
sin miedo a naufragar.
Y en invadir el Amor, más
bien advierto ser como un estigma,
que en su valor, a perder
mi aliento nadie me podrá convencer.
Más aun pretendo algún Amor entusiasta merecer,
pues dentro de mi alma hace mi valentía encuentro
para contigo
mi alma crecer.
PRUDENCIO
Va penetrando en mi piel como una gota de agua,
viene frágil con delicada inocencia, seduciendo
con sus labios de rosa, de jazmín y de canela.
Yo, sediento de Amor con suave ternura, beso tu
fresca boca
sedienta del
momento, atrayente tiempo,
impregnando nuestras almas
entre gotas de rocío, como agua cristalina y transparente,
que con agudeza va adueñándose de mi piel.
Como formas
eternas del fiel, latente
y real deseo
de siempre vivir el
ávido sueño.
¡Oh, despertar que me permites buscar, entre relatos,
cuentos o poesías por donde caminar sin miedo!
Y entre juegos y miradas, se enciende una sonrisa,
apagando la soledad en un lugar del alma donde reside la
verdad.
La verdad que no quiere recordar porque el trayecto fue
largo
y mucho fue el pesar cuando hubo algún trago amargo,
que bien se adueñó en el silencio de la soledad.
¡Oh aflicción del momento donde archivo las penas
envueltas en papelitos con su nombre
las que he de echar al mar,
para poder vestir de nuevo el traje del hechizo
con el que me pueda volver a enamorar.
¡Dios de misericordia no me permitas
confundir mis pasos al caminar!
Pilar Novales
Registrada
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