viernes, 17 de noviembre de 2017

PILUCA Y PRUDENCIO -32-

PILUCA
No hace falta más ventura de la que muestra tu entusiasmo, en quererme muchos son tus halagos y requiebros que bien yo en agradecimiento, un sí te diera a tu esmerado Amor eterno.

Ingrata yo fuera en desagradecida torpeza de no considerar  tantos anhelos con motivos de absoluto sentir y respeto.

En ser comedidos ha de ser la respuesta a mis sentires quedando yo prendada de la mano tuya entre limoneros y en ser  naranjales floridos nuestros azahares de las tierras costeras y el caminar bien  sea  juntos  al deseo de selectas inquietudes, pues bien es gozo y dicha quererse  entre  respeto y fina  ternura de momentos que producen hálitos en satisfacciones sin censura.

En servirse, sea dignidad y ventura salir el sol en dos corazones de la feliz existencia de la deidad del querer en agradecidos suspiros, espera incondicional de los amores en el selecto fluir del obsequioso acomodo.

¡Me gusta el rojo vivo que hace correr la sangre de la rosa del corazón y esa caricia de su latir en el reloj del tiempo del Amor.

PRUDENCIO
Como alienta conversar con seres que llevan dentro el cántico,  la amistad que es selección de almas en transparencia de entender  que bien archivados han de quedar en la selección de mi querer.

Quiero crear estrellas para que nunca dejen de iluminar nuestro entendimiento y una a una dártelas para nunca más perder la luz de tu mirada.
  
He visto en el cielo tus ojos en la espectacular noche de estrellas, absorbiendo  en deleite de sensaciones que han de copiar mis letras al hechizo de escribirlas entre abrazos invencibles  llenos de  briosos gozos estelares.

Quitando la oscura duda de poder entenderse  las plumas entre poema y poema del deleite  de la fantasía, que mientras, puede dar la espera.

Poemas que van recitando nuestras mentes al sentir de nuestras emociones pintadas en lienzos quedando en ellos los colores y cálices de ternura y sol de los amores.

¡Oh cielo que nos brindas las luz de tu mirada con esa luna enamorada, ardiente el entendimiento  que va  flotando,  navegando entre las  delicias que pueden aportar los sueños!

Caricias buscando entre esos sueños la verdad inquieta de unos besos hacia el hechizo de unos labios absorbidos en la espera.

Que no tarde el sueño buscando los altares, que no conozca distancias para almas enamoradas pudientes de franqueza solidaria.

¡Milagro que cuelgas sereno aroma de rosas en la servidumbre del Amor! Amor que la espera sea leve, mientras halago mi mirada en el alto cielo lleno de estrella y la luna con sonrisa enamorada para soñar, para ir regando el campo de los sentimientos creciendo la cosecha que da el Amor para ir creciendo la mies de la pasión, ese entendimiento de amar el alma y el corazón.



                                                                                                       Pilar novales

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