Como una ondina
sin esperanza
merodeando la fuente
de agua fresca y dulce
me dejó tu despedida.
sin esperanza
merodeando la fuente
de agua fresca y dulce
me dejó tu despedida.
Nunca pudiste
sentir
lo que fuiste para mí.
lo que fuiste para mí.
Y yo buscando una
poesía
que pudiera reparar
el dolor de tu ausencia
que tanto me hizo sufrir.
que pudiera reparar
el dolor de tu ausencia
que tanto me hizo sufrir.
Nunca viniste a
zurcir
aquellos agujeros
que dejaste en mi anhelo de vivir
ni me llevaste a tus mares
de luz y belleza para ser feliz.
aquellos agujeros
que dejaste en mi anhelo de vivir
ni me llevaste a tus mares
de luz y belleza para ser feliz.
Pilar Novales
Muy bien se me da, amiga. De mucho gusto.
ResponderEliminarBeso
Un abrazo.
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