Eres Tú, mi buen Jesús quien
entró en el mundo material con equipaje
de pobreza, y con humilde lecho. Siempre caminaste con sandalias de diario o
tus pies descalzos.
Eres Tú, mi buen Jesús, portador Divino de Dios que tan solo por dar Amor,
filtrarte entre la Pobreza, curar enfermedades y enseñar dando Luz a las almas…
Por eso, tan solo por eso, fuiste
vilmente ajusticiado vulnerado,
hasta la saciedad.
Llenando tu cabeza de espinas
saliendo de la herida de tu costado el agua de la vida y tu sangre por Amor derramada.
Dejando impregnado de Amor
el aire del mundo de aquellos humildes
que creyeron en tu Palabra.
La Palabra que Tú predicaste en nombre del Padre Celestial.
Pero sigues Tú, mi buen Jesús quién en nuestras vidas, va buscando redimir
nuestras penas entre la Fe
verdadera
del Todopoderoso.
Mª Pilar Novales
Es un placer leerte, amiga.
ResponderEliminarBeso
Gracias en la Fe.
ResponderEliminar