Que no se nuble la escasa luz de tus ojos tristes, que no se hagan enemigos
los inviernos, se ha de encender la lumbre del corazón dando calor a tu mirada
con frescor de primavera en reflexión del silencio al sentir de lo divino.
Plácido concierto son las palabras para los dignos oídos. Ambrosías con mil
esencias para tu pecho, y de tu pecho al mío un Amor encendido con un diamante
que hace brotar la sonrisa, esmeralda para quitar de tus labios la tristeza.
Dulce amistad del alma… Cómo quiero darte de mi vida entusiasta un cachito con el dulzor de los anhelos entre
las dulces voces del sueño…
…Y solo quererte, quererte como
prenda amada del entendimiento, quitar las sombras, poner en ti una imagen
nueva alegrando tu mirada.
Deleitar con un verso entre los atentos mares motivadores del entusiasmo de un
fresco beso.
Pilar
Novales
Se me da muy bien el poema y su poesía, amiga.
ResponderEliminarBeso
Besicos.
ResponderEliminar