POR MI PROPIA DIGNIDAD

Sufre el corazón con la traición
cuando es difícil perdonar

y nada fácil
el tiempo de olvidar.

Ingrato fuiste por tanta traición,
te he querido mucho,
me enredé en tus brazos,
hoy te quiero olvidar.

Llevo tantas heridas
que anda el corazón  dolido
necesitado de cambiar
de tantos fingidos amores,
de promesas incumplidas
pero el compartir dos amores
es pernicioso y puede dañar.

Murmura la conciencia
escondiendo las miradas
bajo las alas de la indignidad.

He llorado mucho, quiero cambiar,
cambiar para no perder
mi propia dignidad de Amar.

                                           

                                             Mª Pilar Novales