No
importa el día,
no
importa la noche
para
buscar tu sonrisa
tan
suave y tierna
como
del mar la brisa.
En
ese mar inmenso,
quiero ofrecerte, sin prisa,
mí mejor beso.
quiero ofrecerte, sin prisa,
mí mejor beso.
Dime,
¿Tú como yo
al deseo de un beso,
al deseo de un beso,
sientes
vibrar la emoción
con el propio ego de nuestro yo
al sentir voluntario de la razón?
con el propio ego de nuestro yo
al sentir voluntario de la razón?
¡Oh,
que diera yo ahora
en un
dulce beso
de mis labios a los tuyos…
de mis labios a los tuyos…
Y
como en un espacio misterioso,
sea pues con dulzor a chocolate,
sea pues con dulzor a chocolate,
de
mi boca a la tuya
para
ti, mi mejor beso.
Mª Pilar Novales
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