domingo, 20 de julio de 2014

¡AY, MI NIÑA QUERIDA!

Se curó mi niña,
se curó mi Amor
de la  pupita
que tenía en su interior.

Así que volvió a brotar
con su color y con su aroma
su sentir y su emoción.

¡Ay,  mi niña querida!
más no te pongas malita
tu mamita sufre
por ser tú la florecilla
que Dios puso en mí vida.  a Elena

                                            Mª Pilar Novales

Para una madre magnífica, ejemplar, Elena Trujillo



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