Hace
mucho tiempo
para distracción de niños
a un payaso conocí.
Su peluca era un suceso,
para distracción de niños
a un payaso conocí.
Su peluca era un suceso,
sus ojos
igualitos, igualitos
que si fueran huevos
dentro de dos platos blancos!
que si fueran huevos
dentro de dos platos blancos!
Su boca,
¡uf!...
¡Que os cuento de su boca,
pues ni una tajada de sandia
de oreja a oreja le igualaba!
¡Que os cuento de su boca,
pues ni una tajada de sandia
de oreja a oreja le igualaba!
Su traje
era un disfraz,
que entre corto y largo
muy regular le quedaba,
aunque siempre su forma entonaba.
En su mano izquierda
un manojo de cartas
para hacer juegos llevaba.
que entre corto y largo
muy regular le quedaba,
aunque siempre su forma entonaba.
En su mano izquierda
un manojo de cartas
para hacer juegos llevaba.
En sus
pies, zapatos de siete leguas
informalmente calzaba
y con pasos muy cortitos…
¡Largos cuentos
felizmente, a los niños les contaba!
informalmente calzaba
y con pasos muy cortitos…
¡Largos cuentos
felizmente, a los niños les contaba!
Pilar
Novales
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