De
carruaje de plata fina
desciende el orgullo de Azucena
y al honor de rosas blancas,
que entre el dulzor de azahares
en ornamento a ser bellas,
se encienden las luces
iluminándose la Iglesia.
Con traje de seda
y velo da casta paloma,
en silencio, con brisa de manantial
y humilde mansedad
transparente como el cristal,
va la novia hacia el altar.
desciende el orgullo de Azucena
y al honor de rosas blancas,
que entre el dulzor de azahares
en ornamento a ser bellas,
se encienden las luces
iluminándose la Iglesia.
Con traje de seda
y velo da casta paloma,
en silencio, con brisa de manantial
y humilde mansedad
transparente como el cristal,
va la novia hacia el altar.
En la
intimidad de su alma,
busca de Dios
atenta y feliz bendición
al sentir sublime del corazón.
busca de Dios
atenta y feliz bendición
al sentir sublime del corazón.
De
perlas y esmeraldas
los ángeles celestes
ciñen sus coronas
pues ya en los contrayentos
se iluminan sus miradas
felices y abnegadas.
¡¡Oh, caricia de la Rosa Amorosa
cómo pones en las almas dulces,
del amor, tu sonrisa generosa!
los ángeles celestes
ciñen sus coronas
pues ya en los contrayentos
se iluminan sus miradas
felices y abnegadas.
¡¡Oh, caricia de la Rosa Amorosa
cómo pones en las almas dulces,
del amor, tu sonrisa generosa!
Pilar Novales
Para el
feliz enlace de la srta. Arregui
No hay comentarios:
Publicar un comentario