jueves, 7 de noviembre de 2013

EL TREN DEL SUEÑO



Aunque siempre despistada
llegué a la estación,
subí al tren del sueño
y en la nostalgia del querer
encontré el Amor.
Fue una seducción
llena de encanto y color.
Me llamaron sus cinco rosas
una de cada color,
cada rosa una tarjeta
tenía en su interior…
“Completo el verbo Amar
para poder acertar
el buen fruto
que tiene el Amar.”
¡Qué voz! parpadeó el Amor.
Quédate conmigo
no me quieras olvidar
he subido a tantos trenes
que de éste no me quiero apear.
Verás…
Cuando el sueño quiera despertar,
nos querremos mucho más,
nunca mi Caricia te podrá penar
nos espera la felicidad,
esa que nos ofrece
la dicha de la Eternidad.
                      Pilar Novales



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