Si de poderes fuera para poder elegir cuántos quisiéramos
tales atuendos para la mente conseguir transformar sueños que en realidades se
pudieran permitir.
Así, deseos y sensaciones en bien serían en predecir y en la
misma tierra a la perfección se pudiera seducir elementos inanimados en reales
a bien sentirlos en “concebir” a razón de darles vida para alegrar el vivir.
¡Oh, santo cielo qué devaneo tan complejo y a la vez tan sutil si uno tuviera energía para los dichosos poderes ocultos producir! Más, al atino
de conducirse hacia Pigmalión, buscar en él ese don y en desarrollar su
contenido seducir del dicho al hecho cualquier emprendedora ilusión.
Y en hacerse realidades los sueños convencida la emoción en
dar vida a los afectos, sea pues bendición en convertir en vida vivificante la
ilusión de una pintura, una escultura o acaso un poema que a gozo y placer se
consolide la realidad en palpitante y física emoción.
Mª Pilar Novales
Qué bien lo dices, amiga. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarAbrazos