Canta
el Ruiseñor
acicalando el momento de soledad,
alentando
las auroras
entre el fértil campo de amapolas.
entre el fértil campo de amapolas.
Yo
buscándote entre el romero
la hierbabuena y la manzanilla.
la hierbabuena y la manzanilla.
¿Dónde
estarás pregunta mi entusiasmo
tan cerca de mí y tan lejano?
tan cerca de mí y tan lejano?
¡Oh,
agudeza de tu mirada
con el dulzor de tus labios,
dulce tesoro de encuentro!
con el dulzor de tus labios,
dulce tesoro de encuentro!
Como
un soplo del Ave María
mi alma te va buscando
en el recoveco de la existencia,
allí, entre los sueños,
donde pernoctan
mi alma te va buscando
en el recoveco de la existencia,
allí, entre los sueños,
donde pernoctan
los Espíritus Selectos.
Mª Pilar Novales
Un poema de muy buen decir y exquisito gusto, amiga.
ResponderEliminarAbrazo