miércoles, 12 de noviembre de 2014

DEL DULCE RECUERO

Busco en el lenguaje del desván de mi memoria,
alguna virtud que pueda asirme a la palabra.
 En encontrar un recuerdo, viene a mí el dulzor del chocolate que mi querida abuelita me daba para la merienda.

El feliz recuerdo aviva el tiempo presente.
¡El chocolate qué dulzor para niños y también mayores ya que mi abuelita también con placer lo saboreaba!

Mucho trecho recorrió el chocolate, desde el río Orinoco o río Amazonas hasta llegar a México entre las culturas prehispánicas.

En el siglo XVI los españoles conocen el CACAO al colonizar América llegando a la conquista de México viajando el CACAO en barco hasta las costas españolas saliendo del puerto de Veracruz comienza la ruta comercial para abastecer a España y posteriormente a Europa.

Con caña de azúcar se endulzó y la Corte con buen agrado lo tomó diciéndose que “el chocolate era para el español como el té para el inglés”.


Así, mi abuelita y yo gozábamos, no solo en porción sino a la taza untando el pan tostado a la brasa de aquél fogón magnífico que aún sigue dando calor junto al Cariño que mi abuelita me regalaba.
                                                                                                         

Para las abuelas que tantos dulzores dan a sus queridos nietos.

                                                                                       María Pilar Novales Fandos.

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