NUNCA EL VOLVER SEDUCE EL RECUERDO

Quise buscar en mi memoria
la ternura de tus besos,
aquellos preciosos sentires
de atento Amor
bajo la luna de los cielos.

Pero tú no querías

volver a mis recuerdos,
te ausentabas  de mi memoria,
no deseabas saciarme
con aquél tiempo
que juraste Amor eterno.

Me sentí fría de tu presencia,
te esfumabas de mi herida soledad,
de aquellos tiempos felices,
de aquella sensibilidad de mujer
que tanto halagó tu ser.

Pasó el tiempo y más tiempo,

otro ser humano quiso,
sabiendo de la desdicha

del sentir de mis emociones,
buscar mis labios,
curar mi corazón herido.

 Pero nunca nadie,

aún con suave delicadeza,

pudo suplir tu presencia.

Tus palabras dulces
se las había llevado el viento
y nadie podía rizar
el Amor que sentí por ti
con el frescor de tu aliento.

Hoy, después de varios años
que tanto pude sufrir,
se te abren los ojos
de quien  sedujo  tu sentir,
vuelves a mi vida alicaído
para darme de tu ausencia
una  inquieta explicación.

Dices que te dieron un “bebedizo”
que te hizo olvidar mi presencia,
que enturbió y enajenó  tu mirada…

Y buscas acariciar mi piel,
besar mi cuello, pero no,
ahora ya no siento nada,
el tiempo ha borrado la esencia
desde que tú dejaste de cuidar
el Amor de nuestra existencia.
                                           

                                                 Mª Pilar Novales