GENOVEVA

Como su nombre indica,

Genoveva era como una ola blanca

dando honor a su nombre,

la Santa Genoveva en París y Francia.

Ella era la persona que se realizaba

en sentirse plenamente autodidacta

tanto en actividades como en estudios.

Su personalidad era inquieta

sabiendo saltar los obstáculos del camino 

realizándose plenamente.

Su edad iba ascendiendo

pero bien pensaba

que el camino daba cultura  y experiencia

por eso se sentía orgullosa de cumplir años.

Sabía que la circulación venosa

iba peor en verano al revés que la arterial,

ella prefería los otoños y primaveras.

Así tenía dos maletas,

en invierno iba a climas cálidos,

en verano a lugares frescos.

En cada época, una y otra maleta,
la llenaba de ilusiones
y bien las iba cumpliendo cada día.

Sentada ante su ordenador
comenzaba a recorrer el mundo.

La informática le entusiasmaba
¿cómo podía suceder tal  magnitud
a través de un cable y un teclado?

El mundo y la Cultura estaban a sus pies,
qué mejores vacaciones, se decía ella,
si con tanto viajar
era su gran entusiasmo
en poder de la vida disfrutar.

Y a más las amistades que en Internet
en su cosecha de emociones y afectos,
Genoveva  con alegre canto recogía.

                                                     Mª Pilar Novales