Regalados los días que luce el Sol,
al llegar la Luna,
a
paso lento va la noche…
Te presiento tan cerca,
tan inalcanzable al tiempo
que mi
humildad sumisa
cuenta del reloj de la torre
sus campanadas con cierta prisa.
Ya es hora,
pronto se escuchan pasos.
¿Eres tú Amor?
Ya de Cariño y ternura
no quedará desnuda la noche.
Mª
Pilar Novales
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