El
tiempo nocturno
va
avanzando,
la
noche crece
en
la inspirada memoria
y
tú, mi niño,
vas
feliz en mí regazo.
Durmiendo
tu sueño,
va
feliz con tu sonrisa
y al
canto de las estrellas,
la
Luna va ofreciendo su cuna
hasta
iluminar el Sol con la Aurora.
¡Oh,
mi niño,
quién
como yo pudiera,
asir entre sus brazos
tu
cuerpecito de ángel celeste.
Más,
tú sabes mi Amor
que
volverá la Luna
con
la sonrisa en sus labios
y
la cuna de mi niño.
Mª PILAR NOVALES
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