En los mares
nebulosos me encuentro sin tu Amor, la enfermedad del olvido son ruinas que me
han dejado sin valor.
Ausentes tus labios
han dejado mi vida sin color, reina consorte era yo en tu reinado aunque
gracias a mí subiste al trono del Amor.
Más de una vez has dicho
estar arrepentido aunque el perdón es
humildad de entendimiento, no así el olvido va en la misma dirección.
La tesitura de tu
voz quiere ser tenor pero se queda en bajo sin entonar la belleza del corazón y
en llegar Eolo con cualquier ráfaga de
viento desperdiga la sentida emoción.
Así, buscando la
mente soledad, te da mi libertad. Mientras,
buscaré otros mares donde pueda mi angustia quedar entre renglones y olvidar.
Mª Pilar
Novales
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