Caminando por
la vida
un día te quise encontrar
los sucesos y
eventos de la vida
casi me obligaron a buscarte.
Pero
necesitaba a alguien excepcional
que me sacara
de este círculo vicioso
mi vida era ya irracional
encontrarte fue
para mí, hermoso.
Pero
necesitaba a un ángel en mi vida
que
apaciguara mi tormentosa existencia
que me
deleitara con sus cantos y su lira
que alentara
mi vida con vehemencia.
Y te encontré
a ti mi pequeña chiquilina
curaste mi
alma y vendaste mi corazón
saneaste mi
vida y me devolviste la paz
todo mi ser
sin ti convulsionaba
me
devolviste la paz y la razón.
Eres lo mejor
que me ha pasado
desde que llegaste a mi vida
mí eterno agradecimiento
por cambiar
mi vida y mi pasado.
Muchas
gracias por curar mis heridas
por alentar
mis aciertos
y
hacerme ver mis errores
llegaste
justo en el verano de mi vida.
Eres como la
hija de la primavera
que en el
Olimpo te llamaban prosperina
eres luz de
abril, que iluminas mi tarde gris
¡oh mi preciosa y pequeña chiquilina…!
Autor Rober Br