domingo, 5 de febrero de 2017

LÍRICO DE UN HOMBRE ENAMORADO


                        

¿Por qué se durmió tu Amor?
   Robaba los besos
a tus  labios que me lo pedían
   yendo  los míos deseosos.

Sabor a cereza era tu boca
que bien quise de tus besos
hacer un verso
allá en el monte, bajo la luna blanca.

Rezaban mis palabras inquietas y precisas
guardando en  mi corazón
tu brillante y provocadora sonrisa.

Pues bien decías saber yo muy bien
besar con suavidad y ternura,
con delicadeza, que sin apretar los labios,
se transmitía la pasión.

Esos besos engendrados por el Amor,
por esa transparencia mutua
 clara, abnegada y sincera sensualidad.

Nunca hubo lugar en mi pecho
para albergar otro Amor,
nunca pensaste encontrar
una Musa tan delicada llegada del Edén.

¡Y cómo  fuiste  tú para mí!...
Más me dejaste bajo una fuerte lluvia,
tú volaste entre olas  de primavera
donde sé que mi Amor te encontrará.

Y bien yo quiero encontrarte
con la fresca flor de tus labios
 impaciente en navegar en vuelo celeste,
queda  mi sueño a  la espera de tenerte.
                                                                        

                                                                                                   Pilar Novales

5 comentarios:

  1. me gusta mucho
    El amor que tantas veces lo guarde
    te espera expectante como el

    primer dia que te encontré

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  2. Bello poema donde sus sentidos versos viajan en el velero del romanticismo apreciada poetisa Pilar Novales. Felicidades!!

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  3. Ramón Ademar Benitez Paiva:
    Esos besos que tú pusiste
    en los labios del Amor
    nunca quedaron en olvido
    sino en un cajoncito de tu corazón.

    Un abrazo desde Zaragoza amigo, gracias.

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  4. Gracias Jorge Aimar Francese Hardaick
    Muchas gracias por tu delicada y fina atención. Un abrazo.

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  5. Robaba los besos,quise de tus besos hacer un verso,besos engendrados por el amor,besando con suavidad y ternura se transmite la pasión,nunca hubo lugar en su pecho para albergar otro amor...umh...Un abrazo dado con brazos de aire, como tu escrito entrando hacia el interior de mi ser, allí más allá de mi mente, los sonidos de tu lenguaje poético, que aún para mí no se ha hecho sonoro.

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