COMO TÚ Y YO

                                                PINTURA DE ALEXANDRE AVERIN

      De rosada belleza va el templo del Amor con rosas entreabiertas 

de sensible y variado color en el  alma y en el corazón.

Beso a beso va saludando el Alba que en los paisajes reposa

con aliento y en sentir muy callada.

De un árbol a otro los pájaros, como un acento en prosa

con trino de buenos días, con alegres  y armónicos melodiosos
quitando la cruz de tantos dolores ausentes de luz.

Son cánticos de primavera llevando en sus voces al eco de montes y praderas,

ánimos en quitar cruces y en ese templo del Amor, seducen las mariposas

al hechizo de sus alas con vuelos de princesas.

Es el tiempo antiguo de dioses donde las bellezas griegas  en amores,
no conocían pecados por ser limpios tesoros

entre gracias y voluntades...

Y en ser como tú y yo, de igual a igual, nosotras vamos rimando, entrelazando poesía, izándose la bandera del Arco Iris en promesas
de requiebros y esencias presas.

Y de igual a igual ¿por qué el Amor no ha de ser si la armonía se entrelaza, se cruza con requiebros y anhelos habidos  de no sentir presencias,

ni tampoco sentir pecado ni dolencias?

Digamos que el cariño entre unas u otras personas o por tanto que se ve en animales, que en verdad, igualmente son seres con su esencia.

                                                                                           Pilar Novales