UN HALAGO A LA SOLEDAD

Si quiere uno mismo en monólogo entrar,

bendita y bienvenida sea la Soledad
cuando aparecen las sombras,
las que quieren amistad.

Son ilusiones que quieren conectar
siendo felices momentos que deslizan
al son preciso de empatizar.

Se “iluminan las voces,”
se abren senderos y ligera brisa,
acaso de alguna bahía cercana
con alegría veraniega y su sonrisa.

Frescura que en ofrecerse con gracia,
al acento de una estrella,
es misterio que sin saber cómo, acaricia.

En distinta forma la Luna brilla
expresiva y hacendosa
teniendo “voz” de amiga.
Una Caricia y otra más silenciosa
con suavidad se aprecia
y del misterio la ligera brisa
va a tono de tener conciencia,
siendo atento halago y feliz presencia
y absorta a conversar pregunta la Soledad:

¿Cómo puede ser que entre líneas insonoras
puedan las almas fácilmente dialogar?   

                       

                                                                                    Pilar Novales