domingo, 29 de octubre de 2017

PILUCA Y PRUDENCIO

                                                 
                                        
...Y al recuerdo de autores en esencia literaria, Piluca Benot y Prudencio Arbolea comienzan su tarea literaria con la inspiración del insigne  Antonio Machado.-

                                        CAMINANTE NO HAY CAMINO
Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre el mar.

Nunca perseguí  la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.

Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse...

NUNCA PERSEGUÍ LA GLORIA.
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...
Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

GOLPE A GOLPE, VERSO A VERSO...
Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

GOLPE A GOLPE, VERSO A VERSO...
Cuando el jilguero no puede cantar.
Cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.

"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."
Golpe  a golpe, verso a verso.

     Piluca que ha comenzado con este poema del inolvidable Antonio Machado,  quiere “empapar” los ánimos de Prudencio, don Antonio también perdió un Amor a temprana edad que pudo en su poesía reflejar. Y Prudencio dice así del también Antonio Machado:-
 
¿Para qué llamar caminos
a loa surcos del mar
                                                 todo  el que camina anda,
                                                 como Jesús, sobre el mar.                              

                                                Nuestras horas son minutos              
                                                  cuando esperamos saber,                
y siglos cuando sabemos
lo que se puede aprender.

De lo que llaman los hombres
virtud,  justicia y bondad,
una mitad es envidia,
y la otra no es caridad.

En preguntar lo que sabes
el  tiempo no has de perder...
Y a preguntas sin respuesta,
¿Quién te podrá responder?
    
Esta coincidencia de Piluca y Prudencio, enciende un poquito el interés de Prudencio, armonizando en un autor especial y comienzan los ánimos en letras, sentimientos de  poéticas formas.

                                                                                               Pilar Novales

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