viernes, 6 de enero de 2017

¿POR QUÉ TANTA COMPRA COMPULSIVA?




Sabiendo que el máximo placer
es la ausencia del dolor,
de las ambiciones nos  habremos de desprender.

No debemos infravalorar lo que ya tenemos,
siendo un pensamiento negativo
para buscar más y más compras
llenando sin concierto nuestro cerebro impulsivo.

Nadie nos asegura felicidad, sino el propio ego,
llenando nuestras casas de enseres o bártulos,
que pronto va la mente  desalojando
la gran ilusión que nos hizo en sus momentos.

Así, pongamos aprecio en lo que tenemos,
conciencia en ahorro de lo superfluo,
para no quedamos en algún momento sin un euro
por ese impulso del momento.

Pues bien se presentó el afán de poseer todo
y ahora la casa pequeña nos queda
con esa abundante revuelta
sin conciencia ni felicidad completa.

La pequeñez de las cosas
siempre hace  grandeza,
y si en pensar pensamos en lo que tenemos,
lo feliz que nos hizo cuando lo compramos…

Bien sabido es que el uso de lo poco
hace más estima ganando placeres
pensando en los momentos
de lo que se adquirió con alegría y emociones.

Y en ser la emoción silente
se consigue felicidad
que mucho hace en el yo e inconsciente
y en saber que lo poco acerca a la perfección.

Pues bien sabemos que tan solo nosotros
encontramos el lugar
donde nuestros actos sean benéficos
para nosotros y los que nos rodean.

Siempre debemos reflexionar
“somos nosotros para nosotros”
sin esperar que la llaves de nuestra felicidad
las   tengan otros.

                                                  Pilar Novales
  

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