jueves, 3 de abril de 2014

MARÍA, FLOR DE LA MATERNAL HECHURA

Gracias  doy al Cielo que me premió
con  el apasionado   Amor maternal
de una Madre como Tú, espejo de bondad.

 Azucena del Alba que me diste tu fervor,
tu enseñanza y el regocijo de tu corazón.

En esta vida de  transición,
en este mundo perecedero,
vi palpitar  tu boca
por  tantos soles encendidos
a lo largo de tu vida
con infieles  pesadumbres
que oprimieron tu alegría.

Pero tú en  mí,  Madre querida,
siempre  pusiste  tu devota  sonrisa,
tu carisma embellecedor
con   tu Caricia y  tu  feliz Ternura.

Yo, Madre,  en tu avanzada edad,
te obsequié con mi Cariño y protección.

Hoy,  desde la llamada de Dios,
sé que estás en su Regazo,
como premio a la liberación
de tu humilde y abnegado espíritu
honrándote por conseguir
ese magnífico galardón.

¡¡Oh, María, elegida por Dios
por   ser preferentemente Amada!!

Y en la simplicidad de este poema,
te   doy  las gracias,  Madre querida,
¡¡María, Flor de la  Maternal hechura!!
                                                       
                                                        Pilar Novales

Con cariño para la querida Madre María de Francisco Signes.

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