sus nidos a formar,
a mí en sus lugares
a mí en sus lugares
aún me encontrarán.
Cuando vuelvan a emigrar
con ellas podré volar
quizá con las alas
que del sueño de la vida
habré podido conquistar.
Del canto de los pájaros
bien podré disfrutar
y en sus coros altruistas
bien podré cantar.
Nada ni nadie,
aún con su donaire,
de mis vuelos me podrá privar
pues ya de mi cuerpo
nadie se podrá acordar.
Si fuera del desdichado mundo
nos volvemos a encontrar,
con agrado o sin agrado,
quizá por las vicisitudes de la Tierra,
al reconocernos, nos podamos saludar
pero sé que el Dios Eterno
me podrá acomodar.
con ellas podré volar
quizá con las alas
que del sueño de la vida
habré podido conquistar.
Del canto de los pájaros
bien podré disfrutar
y en sus coros altruistas
bien podré cantar.
Nada ni nadie,
aún con su donaire,
de mis vuelos me podrá privar
pues ya de mi cuerpo
nadie se podrá acordar.
Si fuera del desdichado mundo
nos volvemos a encontrar,
con agrado o sin agrado,
quizá por las vicisitudes de la Tierra,
al reconocernos, nos podamos saludar
pero sé que el Dios Eterno
me podrá acomodar.
Pilar Novales
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