domingo, 23 de marzo de 2014

JESÚS SALVADOR

Eres Tú, mi buen Jesús
quien entró en el  mundo material
con equipaje de pobreza,
y con humilde lecho.

Siempre caminaste
con sandalias de diario
o tus pies descalzos.

Eres Tú, mi buen Jesús,
portador Divino de Dios
que tan solo por dar Amor,
filtrarte entre la Pobreza,
curar enfermedades
y enseñar dando Luz  a las almas…

Por eso, tan solo por  eso,
fuiste   vilmente ajusticiado
vulnerado,  hasta la saciedad.

Llenando tu cabeza de espinas
saliendo de la herida de tu costado
el agua de la vida
y tu  sangre por Amor derramada.

Dejando impregnado de Amor
el   aire del mundo
de aquellos humildes
que creyeron en tu Palabra.

La Palabra que Tú predicaste
en nombre del Padre Celestial.

Pero Tú, sigues  mi buen Jesús,
envolviendo   nuestras vidas,
buscando redimir nuestras penas

entre la Fe verdadera del Todopoderoso.

                                                                  Pilar Novales

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