Despertaron el sueño
que en la dulce Caricia comencé a tener
en el claustro materno.
en el claustro materno.
En la soledad de mi silencio,
ahogado en sollozos,
ajaron mi cordón umbilical
que era vida del Dios Eterno
quedándome sin vida y sin aliento.
ahogado en sollozos,
ajaron mi cordón umbilical
que era vida del Dios Eterno
quedándome sin vida y sin aliento.
Con la sangrante herida,
sin mi barco ni alimento
ni los remos del Cariño
que un día me permitieran felizmente,
en el momento oportuno de nacer,
dar agradecido y risueño
un abrazo a mi madre.
sin mi barco ni alimento
ni los remos del Cariño
que un día me permitieran felizmente,
en el momento oportuno de nacer,
dar agradecido y risueño
un abrazo a mi madre.
Pilar Novales
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