jueves, 30 de enero de 2014

EL AMOR DE LA INOCENCIA

Cuántas veces pediste mis besos y yo ignorante de mí
te daba cientos... Pero preferiste otros amores,
y yo esperando la Aurora para ver tu sonrisa conquistadora.   

No pensabas el daño que me hacías, volvías una y otra vez
engañando mis emociones. Cuantas veces se enamoró el alma de  aquella conquista tuya, cuántas veces encendiste el fuego y dejaste que se apagara la llama.

Pero lo mejor ¿sabes? que aunque para ti fui aquella rosa con sabor a cereza según me hablaban tus palabras a mi inocente oído...,

...De aquél Amor, loco para ti, para mí fue el fruto de mi inocencia germinando en mí corazón la mejor flor de le  existencia humana, aquél hijo que nunca quisiste conocer.

Un regalo divino que Dios puso en mi vientre  con la alegría y ternura del primer beso,  del querer...  para con la fuerza  de mi entusiasmo  poder  crecer  y  un día sentir  el gozo de su angelical  ternez, de su Cariño y  de su afecto que nunca tú, en ningún momento, podrías entender.
                        
                                                                                                                                                             Pilar Novales





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