CONQUISTANDO LA ALEGRÍA

Dicen que la Alegría

no tiene propiedad
pero se puede conquistar
quitando angustia
y dándole oportunidad.
Ella, cariacontecida a veces,
siempre busca felicidad,
y en su grado medio
siempre se puede apreciar.

La primavera de la vida
lo necesario le puede aportar
en el momento oportuno
que ella pueda necesitar.

Pasajera o fija
la Alegría tiene don,
comienza con la sonrisa
no teniendo con nada parangón.

De la infancia a la juventud
va de la mano de la ilusión,
acogiendo la madurez,
guarda pétalos para la senectud
que no deja de ser
propiamente una virtud.

                                                          Pilar Novales