viernes, 21 de septiembre de 2018

AL DEJAR EL MUNDO DE LA MATERIA

Cierto que la muerte no tiene aforados,
al dejar el mundo material
hacia otras dimensiones.

Lógico que para el que muere
falta no le hace
enchufes, recomendación ni avales.

El difunto ya lleva consigo
su total recomendación,
ese libro de la vida
que el Supremo le dio al nacer.

Nada de las  materiales cosas,
que el mundo le pudo proporcionar,
o él obstinado quiso hacer de propiedad,
nada, le servirá si no sembró
algún trocito de Amor y solidaridad.

Su mismo ser marcó su destino,
y sin darse cuenta,
fue escribiendo derecho o torcido,
las varias hojas de los caminos de su vida.

Él, tuvo sus libres alas
para el vuelo de su corazón,
nadie escuchará al levantar el otro vuelo,
el vuelo de la paloma de su alma,
 ya, no tendrá palabras en su boca.

No podrá pedir reconstruir sus huesos,
buscar  ayuda ni clemencia,
todo irá escrito en las hojas
del gran libro de la vida con su ciencia.

Si se sembró Amor, aquiescencia
lo recordarán los seres en quien se dejó
aquella benévola sonrisa
siguiendo unido al Amor pero no a la vida.

Las lágrimas serán agradecidas,
o quedarán en duelo o en llanto
de un río con barro  entre sombras,
o serán estrellas que alumbrarán
a seres dando FE para escribir otras vidas…

                                        Pilar Novales Fandos

cuarto poemario rpisafec                                              



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