¡¡¡A TI AMOR!!!

                                             
                                                Lo conocí en una  primavera de colores

cuando los jardines abren sus ventanas
sonriendo las flores
aunque mi sonrisa no estaba cercana.

Se abrieron las puertas de la siega
en el solsticio de verano
para recoger la cosecha
de la Tierra Madre sosegada.

Más me alentó su presencia
por ir siempre yo
buscando la inclinada luz de los girasoles
y entendí del querer su esencia.

Desde entonces, siempre, el y yo,

coqueteamos con la luz del entendimiento,
ese agasajo que nos da la vida
donde juntos vamos en feliz concierto.

Como el río busca la mar
para darse cada día, cada noche el abrazo,
esa respetuosa caricia
de sentirse uno en dos y siempre del brazo.

Voz que cada mañana entusiasma
 con la luz primera de sus ojos
buscando la compañía

                                                       de mi cuerpo y de mi alma

que siempre irá con él enamorada.

Y siempre la llama del Amor encendida
cubriendo nuestros besos

los  trocitos de piel comprometida

con  los felices recuerdos aprendidos.

Y seguimos soñando
en la orilla del mar de nuestras vidas,
entre las frescas aguas
del dulzor fresco del río de nuestras ideas.

Como dos palomas en vuelo suntuoso
buscando la paz al arrimo virtuoso,

centro  universal
de la voluntad íntegra de amar.

                                                              Mª Pilar Novales