Recordando los viejos
tiempos de las eternas noches de encuentros de familiares y amigos…
Noche de luz y misterio,
noche de luna con su risa de primavera alumbrando los ojos de esperanza, de cariño,
de entusiasmo, de gloria y la música del viejo piano…
Ya nuestros huesos no
están tan flexibles pero los bailes con vestidos largos y zapatos de juvenil
entusiasmo al atino ferviente de bailar nuestros pies,
hace flotar en el aire la música y las voces de eterna jovialidad.
¡Qué feliz encuentro de
quien resistimos con entusiasmo la curva de la gratificante edad palpitante!
¡Oh, noche sin dolor con
la fresca rosa en nuestros labios, con su aroma y su color levantando el
espíritu, levantando el gozo con el ardiente
sentir del jardín de la caricia.
¿Y quién puede decir que el Amor no tiene edad
sino quién lo prueba y de su gozo tiene la espuma del frenesí, la exaltación del arrebato, la furia del coraje
de sentir saciando el alma de besos?
De esos sueños no se puede
apear, siempre llevan batalla de nubes que corren tras los poetas en el corazón
de sus ojos risueños.
rpisc Pilar Novales
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